sábado, 9 de octubre de 2010

MEMORIAS: MIS PADRES

Mi MADRECITA, Leonilda Robles Celestino, una mamá, amiga, esposa y persona HUMANAMENTE excepcional, siempre estaba pensando en los demás. Yo la recuerdo siempre con un bocado dispuesto para todo aquel que por cualquier motivo llegara a la casa. Visitaba y curaba a los enfermos. Siempre ayudó a los humildes a escondidas de papá. Mi PADRE, Juan Vega Santander, un trabajador infatigable y emprendedor perseverante, en cambio, era austero. Lo que sí, me pareció excepcionalmente generoso con sus hermanos quizá por lo que él fue, a la vez, un padre para ellos.
Con toda seguridad mi padre ha tenido que quererme demasiado para aguantar al niño y adolescente difícil que fui. Aún soy, en muchas cosas, controversial. Debo haber sido para mis amados viejitos un gran problema. Que desde el más allá, les pido una vez más, me perdonen.

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